BULLYING

La palabra “bullying” es un término tomado del inglés que hace referencia al acoso escolar, refiriéndose a cualquier tipo de maltrato, tanto físico y verbal como psicológico, que se produce reiteradamente y a lo largo del tiempo entre los alumnos de los centros educativos. Suele tener lugar dentro del propio aula o en el patio; sin embargo, las nuevas tecnologías han hecho que el bullying se produzca también en los hogares de las víctimas. Se da, mayoritariamente, durante la adolescencia, aunque también puede ampliarse a otras edades.

Al hablar de acosador y de acosado, frecuentemente, se asocia a cada uno de ellos unas características específicas. El acosador es una persona dominante que necesita sentirse poderoso y que no posee ninguna habilidad social, sobre todo de empatía. Además, no tiene capacidad de autocrítica y maneja la realidad a su antojo. Por el contrario, el acosado es una persona sumisa con muy baja autoestima y con poca autonomía. No es capaz de defenderse a sí mismo y, en la mayoría de los casos, suele tener algún tipo diferencia con el resto de compañeros (raza, religión, aspecto físico, etc.). El acosador, abusando de su poder, empieza intimidando a su víctima con diversas burlas que se acaban volviendo sistemáticas y que hacen que el acosador sufra una serie de consecuencias psicológicas. Además, la violencia verbal y psicológica puede derivar en agresiones físicas. Todo esto hace que el acosado sienta un gran temor a acudir a la escuela.

El bullying es una de las preocupaciones más importantes que afectan a la sociedad actual. Esto se debe a los múltiples suicidios que, por desgracia, se dan hoy en día a causa del acoso escolar que sufren los niños por parte de sus compañeros. Por lo tanto, es fundamental prestar atención a los signos que puedan advertir que se esté dando algún tipo de acoso escolar: bruscos cambios de humor, excusas para no asistir a la escuela (por miedo), cambio en el rendimiento escolar y ausencia de diálogo con los padres acerca de su día en el colegio. Sin embargo, en muchas de las situaciones en las que existe un claro acoso escolar, no suele haber una intervención por parte del observador u observadores. Por ello, debemos concienciar a la sociedad, y sobre todo a los más jóvenes, de que si presencian algún caso de bullying intenten intervenir, hablando con el acosador, con el acosado o, si esto no es posible, con los profesores y otros especialistas del centro y con los padres.

A continuación, podéis ver un vídeo en el que se muestra la reacción de una serie de personas ante una situación de bullying, provocada por dos jóvenes youtubers que están realizando un experimento social.